Al contratar un servicio de hosting, lo menos que te esperas es que tu web no esté disponible fuera de tu país. Das por sentado que el sitio web se ve en cualquier parte del mundo. Al fin y al cabo, Internet es mundial, ¿no?
Pero eso fue precisamente lo que ocurrió con una web que tengo a cargo.
Confiado en el servicio de hosting contratado, no tenía la menor idea de que la web estaba caída en la mayor parte del mundo.
Me enteré por mera casualidad, en un momento en que se necesitaba mostrar un proyecto que se había lanzado hacía poco. Entonces, en medio de la situación embarazosa, porque varias personas fuera del país habían informado que no podían acceder, me puse a investigar qué estaba pasando.
Comprobar la disponibilidad de una web fuera de tu país
Lo bueno de todo es que no era una situación nueva. Ya otras personas habían vivido lo mismo. Me lo decía Google.
Así, encontré un artículo que mostraba varias herramientas para comprobar la disponibilidad de una web en otros países.
De todas las aplicaciones sugeridas probé tres, y confirmé el problema. No sabía exactamente qué había ocurrido, pero en la pantalla se mostraba el error. En varios lugares del mundo la web había desaparecido.
Las herramientas que usé fueron Host-Tracker, GeoPeeker y Uptrends.
Aunque, lamentablemente, si estás en Latinoamérica estas herramientas te muestran apenas una o dos ciudades de la región (São Paulo y Buenos Aires), esto es suficiente para indicar que algo malo está ocurriendo.
Ya constatada la situación, me comuniqué con el servicio de hosting.
Me defiendo con el tema del hospedaje web, pero no soy experto en las profundidades técnicas. Sin embargo, la respuesta de la empresa fue vaga. Sí, resolvieron el problema, en el transcurso de 24 horas, argumentando un asunto de “cobertura internacional”, pero esto me pareció absurdo. ¿Cómo pudo ocurrir? El uso del dominio local .cl tampoco explicaba que las webs no se vieran en el exterior.
La gente de este servicio ni siquiera se disculpó por lo ocurrido. Se limitaron a responder un correo en el que esbozaron la solución y el tiempo de finalización del proceso.
Esto me lleva al siguiente punto: lo importante que es elegir un buen servicio de hosting.
Escoge con cuidado tu servicio de hosting
Escoger una empresa de hosting no es sencillo.
Se deben considerar distintas variables, como, por ejemplo, precios, soporte, capacidad de almacenamiento, cantidad de cuentas de correo que se ofrecen, memoria, incluso si el servicio es óptimo para páginas hechas en WordPress (me enteré por este podcast que esto es clave).
Además de consultar a expertos, una de las cosas que se puede hacer es buscar a través de Google las opiniones sobre los servicios de hospedaje web que estés considerando. A propósito, en Website Planet, un sitio que conseguí mientras preparaba este artículo, hay muchas reseñas sobre empresas del sector. Hazlo también en redes sociales como Twitter, especialmente si estas empresas tienen presencia allí, pues podrás ver los reclamos de clientes insatisfechos.
En resumen: monitorea de vez en cuando, solo por curiosidad, tu web fuera del país donde te encuentras, usando las herramientas que te recomendé, y escoge con inteligencia tu servicio de hosting, sin dejarte llevar por sus precios o publicidad.